Querido lector:

Cuando todo se preveía en términos similares a los resultados de diciembre, el CIS nos ha dado la sorpresa política en el inicio de la campaña electoral en Castellón. No deja de ser un sondeo con un muestreo de 320 encuestas en la provincia y un margen de error en los niveles de confianza un poco superior al que se considera mínimo, pero refleja una realidad demoscópica que sitúa a la nueva coalición de Podemos-Compromís-EU (A la valenciana) al mismo nivel que el PP, la primera fuerza política en la provincia en las pasadas elecciones generales de diciembre y durante los últimos 25 años. Es decir, según el CIS ambas formaciones pelearán por el segundo diputado que dictaminará la mayoría de representantes en el Congreso por Castellón.

Se trata de una sorpresa porque hasta ahora el posible baile de diputados en relación a las elecciones de diciembre se focalizaba en Alicante y Valencia, pero nunca en Castellón. Y porque con los datos del CIS el PP (y a pesar de la posibilidad de Castellón) incrementaría sus resultados globales en la Comunitat en relación a los pasados comicios generales (gracias precisamente a Valencia) cuando otros sondeos realizados indicaban que los márgenes con la nueva coalición de izquierda se estrecharían y que incluso podría producirse un sorpasso.

La encuesta, por otra parte, evidencia el estancamiento de PSPV-PSOE y de Ciudadanos que se quedarían con los mismos escaños en el Congreso, tanto en Castellón como en la Comunitat, que hace seis meses, y aunque no realiza proyección sobre el Senado, con los porcentajes que refleja también en esta cámara se producirían cambios en relación al pasado diciembre.

No obstante, esta proyección electoral, tal y como ocurrió en las elecciones de hace seis meses, el CIS también pone de manifiesto una indecisión de voto muy alta, superior al 30% del electorado. Unos electores que luego sí ejercerán su derecho al voto, lo que hace prever que la campaña electoral que ayer empezó, como también ocurrió la última vez, será determinante.