Cuando empecé como presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló me sorprendió negativamente el escaso número de cruceros: solo uno o dos al año. En broma decía, al leer los resultados anuales, que parecía una quiniela: 1, 2, 2, 1, 1… La media de cruceristas de los últimos cinco años había sido también baja, de 760 anuales. Es evidente que esos datos contrastan con el gran potencial turístico de la provincia de Castellón que cuenta con un interior espectacular, un espléndido litoral, una rica gastronomía, una amplia oferta cultural, muchos lugares atractivos… Algo había fallado durante tantos años.

Mientras en Castelló teníamos sequía de cruceristas en otros lugares empezaban a morir de éxito. En Barcelona, que es el primer puerto de Europa, con más de tres millones de cruceristas en 2018, y en Palma de Mallorca, con dos millones y medio, hay fuertes movimientos contrarios a los cruceros. Como en todo, no es bueno ni tanto ni tan poco. Sin querer entrar en el complejo debate sobre esta polémica, en el que concurren argumentos serios a tener en cuenta pero también movimientos turismofóbicos, lo cierto es que hay que gestionar todo de una forma sostenible. Que un día tras otros lleguen muchos miles cruceristas esas ciudades que van, en multitud de excursiones organizadas, a los mismos lugares, más o menos a las mismas horas, produce una congestión que puede hacerse insoportable.

TENEMOS LA OPORTUNIDAD en Castelló de crecer de forma sostenible en este tipo de turismo que deja riqueza en el territorio y ese es el objetivo. Sin embargo no resultaba fácil salir del resultado quinielístico. El personal de la Autoridad Portuaria que había trabajado, y mucho, por atraer cruceros, me transmitía que conseguían hablar con las grandes navieras de cruceros en las ferias, pero les recibían más bien por cortesía que por interés ya que nunca habían venido a visitarnos. Algo fallaba. Me transmitían, con razón, que el mundo de los cruceros tiene unas características especiales por las cuales las navieras van donde quieren, ya que no han de recoger nada en el puerto, y no hay ninguna competencia entre ellas para venir a un puerto como el de Castelló.

¿Los cruceristas vienen atraídos por el puerto? --me preguntaba--. No, vienen atraídos por la oferta turística que se hace adaptada a las necesidades de ese tipo de turismo que tiene muy pocas horas disponibles (salen a las 9 o las 10 del buque y a las 17 horas usualmente tiene que estar de nuevo a bordo). El puerto tiene solo un papel facilitador en la escala pero no es el motivo por el que una compañía crucerista escalará en Castelló. Por tanto, entendía que lo que fallaba estaba más allá del puerto.

Para salir del agujero en el que estábamos utilicé el sentido común: mirar experiencias exitosas que pudiéramos imitar. Siempre he pensado que hay que tener ideas felices pero a veces el mejor camino no es experimentar con inventos porque la rueda no hay que inventarla cada vez, hay que hacerla que ruede y adaptarla al terreno. Y si que encontramos una rueda: un puerto que de no tener ningún crucero en pocos años había pasado a 17 escalas. Contactando con ellos, resultó que habían tenido ayuda externa de una empresa especializada de Dinamarca.

Esta empresa trabajó en Castelló con el comité impulsor de cruceros en el que se integraron las distintas entidades que tienen algo que aportar en turismo en la provincia: Agencia Valenciana de Turismo, Ayuntamiento y Diputación de Castellón, Cámara de Comercio, UJI, Aeropuerto, Autoridad Portuaria y Fundación PortCastelló. Diagnosticaron carencias y puntos débiles que teníamos, que eran más de veinte, y elaboraron una hoja de ruta para superarlos y para construir, de manera conjunta y coordinada, una oferta atractiva para el turismo de cruceros y para visibilizar esa oferta en el mercado internacional crucerista.

CON ESE PLAN estratégico se pusieron a trabajar las distintas entidades del comité coordinadas por al Fundación PortCastelló. Por una parte, con un excelente trabajo del Patronato Municipal de Turismo y de la Cámara de Comercio, se ha conseguido involucrar a más de cincuenta comercios y restaurantes de Castelló de la Plana en la iniciativa Castellón Cruise Friendly, un sello de calidad que reconoce unos estándares de horario y atención necesarios para los cruceristas; por otra parte, desde el patronato provincial de turismo, la Agencia Valenciana y la Fundación se han acogido la visita de grandes empresas cruceristas que, por primera vez, han venido a ver in situ la oferta provincial: excursiones a Peñíscola, a Morella, a las grutas de Sant Josep, a bodegas, a la capital y a pueblos del interior, ofertas de relax y de gastronomía a lo largo de toda la provincia, de golf, e innovadoras apuestas que han resultado exitosas como la paella cooking; por último desde la Fundación PortCastelló se ha entablado un diálogo permanente con las principales empresas del sector y se está asistiendo a las ferias con una oferta atractiva. Como consecuencia de todo ello ya estamos recogiendo frutos. Hemos abandonado la quiniela. Este año tendremos cinco cruceros y más grandes que los que han venido hasta ahora. El último traía 1.690 pasajeros y el anterior 1.564. ¡En un solo crucero tantos como recibíamos antes en dos años de media!

HEMOS CONSEGUIDO salir del pozo del resultado quinielístico. Es el resultado del trabajo conjunto y coordinado, de la ilusión por conseguirlo, de seguir el camino de quienes tienen experiencias exitosas. Quiero felicitar a las personas que lo han hecho posible, con su buen trabajo, desde el Ayuntamiento de Castelló y Diputación provincial, Agencia Valenciana de Turismo, cámara de comercio y UJI; B&A Europe y nuestro personal de la Fundación PortCastelló; también a los comercios y restaurantes que se han unido al Castellón Cruise Friendly.

En Castelló no sufriremos la congestión de otras ciudades porque los cruceristas se distribuyen por el territorio. Es un modelo diferente al de Barcelona o Palma de Mallorca que resultará sostenible. Tenemos la oportunidad crecer haciéndolo bien, aprendiendo de lo que funciona bien en otros lugares y no repitiendo sus errores. Con el trabajo conjunto estoy seguro que lo lograremos.

*Presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló