Cuando el vicepresidente tercero del Gobierno de España, el comunista Pablo Iglesias , le aseguró al diputado del PP Teodoro García que los populares «no volverán a forma parte del Consejo de Ministros» no era una frase hecha, ni tan siquiera que al líder de Unidas Podemos le guste hacer vaticinios en plan Aramís Fuster para echarse unas risas… La cosa es mucho más sería y deja al descubierto un preocupante trasfondo político con un marcado regusto caribeño y dictatorial.

Aquella frase encierra toda una (sucia) estrategia política. Iglesias y los suyos, con el beneplácito de Pedro Sánchez , quieren construir un Estado a su medida para mantenerse en sus cómodos sillones y con sus holgados sueldos capitalistas. Y no conciben que nada ni nadie les lleve la contraria ni les quite la vara de mando porque han llegado para quedarse. Para quedarse a cualquier precio.

Iglesias, al igual que Sánchez, entiende la democracia en solitario, sin oposición, sin que nadie le lleve la contraria porque está convencido de que está en posesión de la verdad absoluta… Y por eso, para el bien de los españoles, Sánchez e Iglesias están reformado normas y leyes para que se ajusten a sus necesidades de manera exacta. Ellos son demócratas, todos los demás somos fascistas…

Pablo Iglesias ha demostrado su camaleónica personalidad y su desvergüenza para decir «digo» donde dijo «Diego» y quedarse tan ancho, como si la cosa no fuera con él. De hecho, ha cambiado los estatutos de su propio partido para, sin el más mínimo atisbo de coherencia, cobrar lo que le da la gana y mantenerse a perpetuidad como único dueño y señor del cortijo podemita… ¿Alguien duda de que sea capaz de hacer lo mismo con el país si nadie se lo impide?

Primero ha intentado controlar la libertad de expresión definiendo lo que, para él, son bulos y, por supuesto, decidiendo qué debe y que no debe saber la ciudadanía… Y, ahora, este gobierno socialcomunista apuesta por la reforma del sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con el único objetivo de controlar la Justicia a su libre antojo. Y si la oposición no está de acuerdo, pues se quita de en medio a la oposición. Y no hay nada más que hablar. Bienvenidos a la Venezuela by Sánchez & Iglesias . H

*Alcaldesa de Vall d’Alba y

diputada provincial