Con la pretensión de la compra del Hostal del Rei hemos visto y estamos viendo la peor cara del bipartito. La mayoría absoluta de la que disfruta el PSOE está propiciando esperpentos como los que se están viviendo, más propios de una república bananera. Acabados de aprobar los presupuestos, el gobierno municipal anunciaba la intención de comprar el edificio. Nada se dijo entonces, es decir, éste apareció de la nada como si hubiera permanecido oculto los años en los que había estado en venta.

En Cs nos opusimos. Ya habíamos dado nuestro voto de confianza a la compra del Gran Casino, pero visto como no se ha establecido ni una hoja de ruta para su reforma ni tampoco para sus usos no íbamos a volver a ceder. Además, nos parecía una temeridad pretender lastrar la economía con otra operación.

Pero, todavía quedaban los capítulos más oscuros. Primero, vivimos el anuncio de una extraña campaña, Salvem l’Hostal del Rei, que criticamos por entenderla como un despilfarro. Seguidamente, nos enteramos de que había sido adquirido por un particular, un vecino más de Vila-real. Y por último, la semana pasada, se dio el pistoletazo de salida a la campaña. Entonces, fue cuando entendimos su verdadero leitmotiv. Así, no se trataba solamente de convencer a los vecinos, lo importante era meter presión y perseguir al comprador, aprovechando, incluso, el aparato mediático para tratarlo como un delincuente.

Los vila-realenses somos suficientemente mayores para tener una opinión si a nuestra ciudad le interesa o no adquirir un inmueble más, teniendo uno mayor por arreglar y cerrado. Lo que no es de recibo, es que un Gobierno caprichoso se esconda en una mayoría absoluta para poner todas sus herramientas de comunicación al servicio de un escrache público a un vecino. Esa comunicación que nos cuesta 1,5 millones. Sin duda, un triste episodio de nuestra política municipal que nos recuerda a países en los que los gobernantes no tienen ningún pudor en machacar a quienes se sitúan en contra de sus intereses. Vila-zuela.

*Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Vila-real