Querido lector:

Ya saben que siempre nos gusta destacar en Mediterráneo los logros políticos cuando se trata de acuerdos entre diferentes partidos o de instituciones con gobiernos de distinto color que buscan lo mejor para Castellón, desechando intereses particulares o electorales.

Es el caso de la consecución, tras casi un año de negociaciones, de la organización de dos etapas de la Vuelta Ciclista a España en nuestra provincia (tres días si tenemos en cuenta la jornada de descanso intermedia) y lo que supone de proyección de nuestro territorio a nivel nacional, especialmente interesante y rentable a la hora de promovernos como destino turístico. Gracias a la coordinación habida entre la Diputación gobernada por el PP de Javier Moliner y el Ayuntamiento de Castellón gestionado por el PSPV de Amparo Marco y el Compromís de Enric Nomdedéu, para el logro de esa segunda etapa que tiene a la capital de la Plana en este caso como primer protagonista de inicio.

Me dirán que este tipo de colaboraciones deberían abundar más. Y sí, sería lo conveniente. Pero dado el complicado clima político existente a todos los niveles, tanto en el nacional, como en el autonómico, provincial y municipal y entre todos los partidos, los que forman alianzas y los que no, hay que decir que no es fácil conseguirlo, aunque los tiempos vayan determinando que no hay más remedio que hacerlo.

En esta decisión de lograrlo, sin duda, han influido varias circunstancias. Por un lado, como ya se ha dicho, la proyección mediática que se consigue. Una proyección que sirve para elevar la reputación de la provincia, tan denostada en los últimos años desde multitud de frentes. Por otro, la repercusión turística variada que se logra con esa proyección, ya que venderemos zonas de playa como Peñíscola o Castellón y nuestro desconocido pero valioso interior, tanto de las comarcas del norte de Els Ports y el Maestrat en la primera etapa como de l’Alcalatén, en la segunda. Y en tercer término, por la repercusión en rentabilidad económica directa, cercana al millón de euros. Que cunda.