Cada año 4.700 personas mueren en Europa por consumir alimentos contaminados, 420.000 en todo el mundo, y 23 millones de europeos se enferman por este motivo, según informó desde la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo de la celebración, el 7 de junio, del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos.

Además de ser una amenaza para la salud humana, los alimentos inseguros también juegan un papel fundamental en el desarrollo socioeconómico de los países, ya que afectan el comercio internacional y las oportunidades de mercado.

«La seguridad alimentaria es un problema de salud complejo y asunto de todos. Los riesgos de seguridad alimentaria no pueden eliminarse por completo, sino que deben gestionarse a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la granja hasta que llegan a la mesa. La reducción de los riesgos de inocuidad de los alimentos requiere la colaboración de todos los sectores, partes interesadas y países», aseveró el director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge.

En este sentido, el organismo de Naciones Unidas destaca la importancia de que, para asegurarse una alimentación segura, se mantengan limpios los alimentos, se separen los crudos de los cocidos, se cocinen adecuadamente, se mantengan a temperaturas adecuadas y se use agua y materias primas seguras. Y es que han cambiado las condiciones en las que se producen, procesan, comercializan, distribuyen y consumen los alimentos.