La muerte del reportero Miguel de la Quadra-Salcedo, fallecido la madrugada del jueves a los 84 años, ha provocado una gran conmoción entre la legión de españoles que fueron testigos de su admirable carrera profesional. TVE le tributó un homenaje anoche con la emisión del programa que le dedicó Crónicas bajo el título de El reportero que quisimos ser.

Nacido en Madrid el 30 de abril de 1932, De la Quadra estudió perito agrícola, pero pronto se convirtió en un consumado atleta de lanzamientos que participó en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960. Incluso llegó a inventar el lanzamiento de jabalina a la española, que le sirvió para batir el récord del mundo, aunque el mismo nunca fuera homologado.

Pero fue en TVE donde su figura se hizo superpopular al lado de reporteros tan inolvidables como Enrique Meneses, Manu Leguineche, Manolo Alcalá y Fernando de Giles. Juntos crearon un estilo moderno de hacer periodismo sobre el terreno en cualquier lugar del mundo donde saltara la noticia. Así se pasó 10 años viajando de un lado a otro del planeta: la muerte del Che Guevara en Bolivia, el tifón de Pakistán en 1970, la guerra de Vietnam, el golpe de Estado de Pinochet en Chile, el regreso de Perón a Argentina... Hasta que a mediados de los 70 cambió el reportaje de actualidad para dedicarse a los documentales históricos, basados en los grandes exploradores y programas de aventura.

A partir de 1979 impulsó la llamada Aventura 92, hoy conocida como Ruta BBVA o Ruta Quetzal, un programa de intercambio cultural entre los países latinoamericanos declarado de interés universal por la Unesco. Ese fue su último juguete antes de ver cómo se agravaba su enfermedad la pasada Navidad. “Yo creo que he sido nómada desde siempre. De niño, cuando me perdía en los montes de Navarra, ya sentía esa llamada”, relataba, hace un año y medio, en una entrevista a El Periódico de Catalunya.

Precisamente fue la Ruta BBVA 2015 el motivo de su último encuentro con el rey Felipe, al que visitó en la Zarzuela el pasado 28 de julio acompañado de una representación de los jóvenes participantes en el programa cultural. De la Quadra estaba en ese momento hospitalizado, pero pidió el alta voluntaria para poder ver al Rey. Felipe VI se lo agradeció en aquel momento con unas cariñosas palabras cargadas de complicidad: “Te conocemos y sabemos que no hay quien te frene”.

En atención a esos méritos, el Consejo de Ministros de ayer le otorgó la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio a título póstumo. H