Ana Julia Quezada, única acusada por el asesinato del niño Gabriel Cruz, permaneció unas tres horas en la finca de Rodalquilar, en Níjar (Almería) en la que mató al pequeño el 27 de febrero del año pasado, según los datos telefónicos recopilados por la Guardia Civil en la investigación.

Así lo manifestaron dos agentes de este cuerpo ayer durante la quina sesión del juicio, entre ellos un capitán que participó en el caso de Diana Quer, que han indicaron que se solicitaron todos los datos asociados al número y terminal de la acusada, de los que salieron unas tablas con todas las llamadas entrantes, salientes, SMS y la antena telefónica a la que estuvo conectado el dispositivo celular.

Señaló que tras realizar una aproximación matemática de las zonas de conexión, se hizo un estudio sobre el terreno con 36 terminales similares a los de la acusada, con muestras reales sobre el terreno para averiguar por dónde pasó «con más fidelidad» el día en el que se cometió el crimen.

Precisaron que estuvo en Campohermoso, Níjar, y que de allí fue a la casa de Las Hortichuelas Bajas, también en Níjar, de la abuela de Gabriel, donde la última conexión a su teléfono tuvo lugar sobre las 15:46:45 horas.