Ninguno de los más de 3.300 conductores de transporte escolar y de menores controlados durante la campaña especial de vigilancia que la Dirección General de Tráfico realizó entre el 3 y el 7 de febrero dio positivo en alcohol y drogas, según informó la DGT. Durante los cinco días, se constató que de los 3.360 vehículos controlado, 1.420 fueron denunciados, sobre todo por irregularidades administrativas. E. P.