Un total de 29 niños han sido asesinados por sus padres como forma de venganza hacia sus madres desde el 2013, fecha en la que se recogen como víctimas de violencia de género en la estadística oficial. Además del reciente parricidio en Murcia, este año, otro menor, de origen alemán, murió a manos de su progenitor en una cueva de Santa Cruz de Tenerife, el pasado 23 de abril.

El caso más mediático y recordado es probablemente el de la madre cordobesa Ruth Ortiz --cuyo exmarido, José Bretón, mató a sus dos niños en el 2011--, quien consiguió que el Parlamento alcanzara un consenso para reformar la ley integral e incluir a las madres de niños asesinados como víctimas de violencia de género en un acuerdo histórico.

Otro episodio que conmocionó la provincia es el crimen que tuvo lugar el 25 de septiembre del año pasado en Castelló, donde Ricardo C. G., de 48 años, asesinó con un hacha a sus dos hijas de tres y seis años, meses después de ser denunciado por amenazas por su mujer, con quien estaba en trámites de divorcio. Tras el homicidio, se suicidó tirándose al vacío desde la ventana de un sexto piso.