El Govern mantiene su intención de imponer restricciones a la población del Segrià en aras de frenar la expansión del brote de coronavirus que asola a esta comarca. La medida, no obstante, no representará un confinamiento «estrictamente domiciliario», según expuso la portavoz del Ejecutivo catalán, Meritxell Budó, con la intención de sortear la negativa de la justicia a ratificar la medida de confinamiento parcial que se había decretado. Budó avanzó la presentación de la resolución ante el juzgado contencioso-administrativo con la que la Generalitat esperaba contar con la cobertura legal necesaria para implementar la iniciativa la pasada medianoche.

La también consellera apeló, no obstante, a la «corresponsabilidad» de la ciudadanía de Lleida y de los otros siete municipios de la comarca afectados, a la que reclamó que no salga de casa si no es imprescindible. Pese a que la resolución no se hará pública antes del aval judicial, Budó especificó que las medidas implican «volver a las primeras fases del desconfinamiento» durante al menos dos semanas.

Mientras tanto, la población de Lleida sigue rebelde. Como si se tratara del día de la marmota, los bares, restaurantes y comercios abrieron otra vez ayer la persiana y desoyeron, un día más, las peticiones del Govern de confinarse para evitar la propagación del coronavirus. Los clientes también ocuparon las sillas, ya sea fuera o dentro de los locales. Todo ello, ante la perplejidad de los Mossos d’Esquadra. «No tenemos órdenes de multar», reconocieron unos agentes.

Por su parte, la Conselleria de Salut catalana pidió ayer a los vecinos de los barrios de La Torrassa, La Florida y Collblanc de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) que se queden en casa y salgan solo para trabajar y por asuntos imprescindibles, como hacer la compra o cuidar de una persona dependiente. Es una recomendación, no una obligación.

mascarilla en LA PLAYA / «La mascarilla es un atuendo más, nos tenemos que acostumbrar a llevarla en la playa y en la piscina». El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, ejemplificó así la norma que regirá desde hoy en Andalucía, y que obligará a llevar la mascarilla en cualquier espacio abierto o cerrado, excluyendo los núcleos familiares, para evitar los rebrotes por el coronavirus. Eso incluye los paseos por la playa o la piscina, en los que la mascarilla solo se quitará para el baño.