Cualquier persona que entre en las múltiples páginas de internet que ofertan apuestas deportivas, lo primero que se encuentra es un banner publicitario donde se le informa de que puede conseguir en torno a 100 o 200 euros «gratis». Son los llamados bonos de bienvenida, en el lenguaje utilizado por los operadores del juego, que también usan promociones de «fidelización» como estrategia publicitaria, pero ambas tienen los días contados.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció ayer que el proyecto de real decreto que regulará la publicidad del juego on line prohibirá las «campañas agresivas» con «bonos económicos» que sugieran al usuario que disfruta de un «dinero gratis». Asimismo, se limitarán estas promociones a un máximo de 100 euros, con la vista puesta en proteger a los dos colectivos más vulnerables: los menores y los jugadores compulsivos. Y es que, según subrayó el ministro, dicha estrategia comercial, pese a ser «legítima» para expandir un mercado «legal», se ha demostrado «controvertida» porque bajo el engañoso mensaje de dinero gratis «se atrae a menores de edad y a personas con problemas de salud que hubieran necesitado dejar de jugar». Por todo ello, se prohibirá la publicidad de los bonos cuando «conlleven algún tipo de bonificación económica».

Asimismo, el proyecto de real decreto, cuyo borrador será sometido a consulta pública durante «esta semana», acotará los espots sobre cualquier tipo de juego on line a la madrugada, entre la una y las cinco.