El edificio que se derrumbó ayer en la localidad de Los Cristianos, en el sur de Tenerife, tenía 28 inquilinos, de los que una mujer murió y nueve no están localizados, informó el alcalde de Arona, José Julián Mena. El derrumbe del edificio de cinco plantas se produjo a las 9.30 horas y también causó heridas a otras tres personas, una de ellas de gravedad.

El alcalde de Arona precisó que 14 personas que residían en los edificios colindantes fueron trasladadas, de manera que seis de ellas acudieron a hogares de familiares y las otras ocho a dos hoteles de la zona.

En el operativo de desescombro trabajan más de 200 personas, entre ellas 57 bomberos, 52 miembros de Cruz Roja, 50 de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cinco agentes de la unidad de rescate de la Guardia Civil, 32 policías nacionales, 45 voluntarios de Protección Civil y 17 psicólogos. Los bomberos y los militares de la UME trabajan coordinadamente para el rescate con maquinaria pesada “en la cara más preocupante del edificio” que ha quedado en pie, dijo el alcalde, quien precisó que se adoptarán las medidas técnicas necesarias “para ir quitando poco a poco esa estructura”.

Al respecto, el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, señaló que la prioridad absoluta es efectuar el rescate en condiciones de seguridad “porque hay una pared que puede caer en la zona de escombros”.

Sobre las causas del derrumbe, el alcalde de Arona no se quiso pronunciar porque la prioridad municipal es encontrar a los nueve vecinos ilocalizados y acelerar las tareas de desescombros. Sin embargo, vecinos de la zona aseguran que los días anteriores al suceso se habían producido obras en el edificio y otros apuntan, también, que tras el siniestro se notaba un fuerte olor a gas. En la planta baja del edificio siniestrado había un supermercado de comida asiática que a la hora del derrumbe estaba todavía cerrado. En lo que sí coinciden algunos testigos del suceso es que antes del derrumbe escucharon una “fuerte explosión”. H