E l coronavirus que causa el covid-19 puede sobrevivir al menos 28 días en superficies como el plástico o el acero a una temperatura de 20 grados Celcius, según establece un estudio de la agencia científica australiana que fue publicado en la jornada de ayer. Un descubrimiento que incrementa el conocimiento que se tiene sobre una enfermedad que aún no ha mostrado todas sus caras.

El SARS-CoV-2, responsable de la pandemia que ha infectado a más de 37 millones de personas en el planeta, incluidos 1,1 millones de fallecidos, puede sobrevivir unos 10 días más que el virus de la gripe, señalan desde la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO).

Mientras, si se sube a 30 grados Celcius sus posibilidades de supervivencia son de 21 días en los billetes de papel y de siete en dinero plástico o acero inoxidable.

Asimismo, si la temperatura es de 40 grados, el SARS-CoV-2 puede mantenerse durante 48 horas en superficies de plástico, un día en el vidrio, el acero y los billetes de papel y plástico y menos de 16 horas en las prendas de algodón, de acuerdo con esta última investigación, publicada en la revista científica Virology Journal .

Los científicos de CSIRO, cuyo trabajo apunta como hipótesis principal que las temperaturas altas reducen la posibilidad de contagios de la enfermedad, insertaron un virus seco en un moco artificial y colocaron cantidades similares a las muestras recogidas en pacientes infectados en diversas superficies. De ese modo volvieron a aislar este coronavirus durante un mes en condiciones en las que se variaba la temperatura, y también colocaron las muestras en la oscuridad para remover el efecto de los rayos ultravioleta.

Por su lado, Trevor Drew, director del Centro Australiano de Preparación frente a las Enfermedades de CSIRO, explicó que el tiempo que sobrevive el virus fuera de su portador depende de algunas variables, como el tipo concreto de virus, la cantidad en que se presenta, la superficie, las condiciones ambientales o la manera de expulsarlo del cuerpo.

«Las proteínas y las grasas de los fluidos humanos también aumentan significativamente el tiempo de supervivencia del virus», según precisó Drew.

Un paso más, en definitiva, para despejar todas las incógnitas que plantea una enfermedad que lleva meses trayendo de cabeza a los investigadores y especialistas de todo el mundo, a la espera de encontrar una vacuna. H