La Guardia Civil detuvo ayer a 10 inmigrantes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta que participaron en el salto violento de la valla de la ciudad el pasado 26 de julio, a los que acusa de atentado a agentes de la autoridad, pertenencia a organización criminal y daños «por organizar y dirigir la intrusión masiva y violenta» de aquel día, según detalla en una nota el Ministerio del Interior. El supuesto cabecilla es un togolés que ofreció «fuerte resistencia» y causó heridas leves a un agente cuando fue arrestado.

Con la actuación llevada a cabo por la Guardia Civil se ha puesto a disposición judicial a los responsables del salto a la valla tildado de violento por este cuerpo de seguridad, que también destaca en una nota de prensa que entre ellos está «el jefe del grupo que lideró la entrada en territorio nacional de 602 inmigrantes de manera irregular y violenta».

Los detenidos proceden de Togo (1), Camerún (2) y de la República de Guinea (7). «El cabecilla togolés ofreció una fuerte resistencia durante la detención que causó lesiones de carácter leve a uno de los componentes del operativo», señala la Guardia Civil en el comunicado. Se les imputan los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, atentado contra agentes de la autoridad y lesiones.

Fuentes de la Benemérita han explicado que los arrestos se practicaron después del análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en el vallado que separa la ciudad española de Marruecos y la práctica de otras diligencias de investigación. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta, que estaba de guardia el día del salto, ha decretado el secreto de sumario de las actuaciones.

LANZARON EXCREMENTOS // La Guardia Civil recuerda que en dicha intrusión se utilizaron sierras radiales, cizallas y mazos para cortar los vallados de protección exterior e interior, y añade: «Para evitar que los agentes de la Guardia Civil se acercaran a la zona donde se estaba produciendo el intento de entrada irregular, estas personas lanzaron a los agentes recipientes de plástico con excrementos y cal viva y emplearon esprais a modo de lanzallamas, piedras y palos. Además se intervinieron cócteles molotov, así como varias bolsas con hachís».

Fruto de la violencia utilizada por los inmigrantes en su intrusión a territorio español resultaron heridos de diversa consideración 22 guardias civiles. La Cruz Roja también reportó que 132 migrantes recibieron asistencia sanitaria. Veinte extranjeros y diez agentes fueron trasladados al hospital, donde cinco inmigrantes quedaron ingresados.

«EL SALTO MÁS VIOLENTO» // La Guardia Civil ya puso a disposición judicial el pasado 31 de julio un atestado con los datos de los 602 migrantes indocumentados nacionales de Guinea Conakry (sobre todo), Gambia, Congo, Chad y Camerún que accedieron a la ciudad y los de los funcionarios del instituto armado que resultaron heridos durante «el salto más masivo y violento en nuestras fronteras que recordamos», según lo calificó el director general de la Benemérita, Félix Azón.