Primeras luces del miércoles 16 de agosto del 2017. Antonio Navarro, un ingeniero civil de 36 años, se levanta temprano para ir a trabajar. Baja al garaje de su domicilio, en el número 14 de la calle Calamocha de València, en el barrio de Patraix. Allí encuentra la muerte. Oculto entre columnas y sombras le espera Salvador R. L., amante y compañero de trabajo de su mujer, María Jesús M. C., ya conocida en el imaginario colectivo como Maje, por entonces de 27 años. Empuñando un cuchillo cebollero, Salva le asesta ocho puñaladas mortales.

El crimen de Patraix fue un auténtico misterio para la opinión pública durante cinco meses. Maje ejecutó el papel de viuda desconsolada durante todo ese tiempo. Incluso leyó una carta en el funeral de Antonio en Novelda (Alicante), la localidad natal de ambos. Pero las piezas no encajaban para la familia del fallecido.

1.600 € AL MES // La viuda mostró en todo momento mucho interés por la herencia y la gestión de su paga de viudedad. De hecho, la muerte no accidental del ingeniero iba a reportarle un sueldo de por vida de 1.600 euros al mes.

Pero desde ese 16 de agosto, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional fue tirando de los pocos hilos que en un principio pendían del crimen hasta su resolución. Y ahí fue cuando el suceso saltó a las portadas y los programas televisivos de todos los medios de comunicación.

Corría ya el 10 de enero del 2018. Maje salió de la casa de J., un publicista que se creía su novio formal y que en realidad era el cuarto amante en su haber en el último año y medio largo, a las 10.45 horas. Bajó al portal confiada, pero esa mañana iba a ser muy distinta: en la calle la espera la policía, que la tenía en el punto de mira como presunta coautora del asesinato de su marido desde hacía casi cinco meses.

Una hora y cuarto antes, a las 9.30 horas de ese 10 de enero, Homicidios había detenido en la cafetería del Hospital de Manises como presunto autor material del asesinato a otro de los amantes de Maje, Salvador R. L., Salva para los amigos, 20 años mayor que ella, con el que mantenía una relación sentimental desde principios del año 2016.

CONFIESAN EL HOMICIDIO // Ambos confesaron que habían planeado juntos la muerte violenta de Antonio y que Salva había sido el ejecutor. Él incluso especificó cómo, cuándo y dónde había comprado el cuchillo con el que había asesinado al marido de su amante. Y dio detalles al milímetro de cómo lo había perpetrado.

Hoy, dos años y un día después, Maje --enfermera-- y Salva --auxiliar de enfermería-- permanecen en la cárcel de Picassent desde que el juez decretara su ingreso en prisión provisional. El juicio por el crimen de Patraix, que se celebrará con jurado, no llegará hasta después del verano.