El brote de ébola que desde agosto del 2018 asola el noreste de la República Democrática del Congo suma ya más de 2.000 muertos y de 3.000 contagios, en una epidemia que no remite y que ha saltado a la vecina Uganda. En un comunicado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a sus socios implicados en la respuesta al brote a «incrementar su presencia sobre el terreno para frenar el ébola y atajar una de las crisis humanitarias más grandes y complejas del mundo».

A fecha de 28 de agosto, 2.006 personas han muerto a causa de esta enfermedad (1.901 de ellas confirmadas en laboratorio) de un total de 3.004 contagios (2.899 positivos). Este brote es el más letal de la historia del país y el segundo del mundo por muertes y casos, tras la epidemia en África Occidental del 2014.

Una de las últimas víctimas mortales es una niña congoleña de 9 años fallecida ayer en Uganda, lo que una vez más ha levantado temores sobre la posibilidad de que este virus se extienda a países limítrofes.

información // «Hacemos un llamamiento a la gente para que permanezca en calma y vigilante e informe (sobre) cualquier caso sospechoso al centro de salud más cercano», subrayó la secretaria de Estado de Sanidad ugandesa, Joyce Moriko, tras confirmarse este caso, pese a anunciar que la niña no tuvo contacto con ninguna persona en Uganda.