Internet es una red de comunicaciones diseñada para que todo el contenido que circula por ella sea tratado bajo las mismas reglas. Es decir, todos los bits son iguales y el canal no discrimina o prioriza según el tipo de contenido sino que se comporta de forma neutra. En una definición muy básica, internet sería como la red eléctrica: da igual lo que enchufes que si hay servicio, la corriente llega.

Pero, como en la luz, las infraestructuras de internet no fueron construidas por lo general como un bien común sino que están en manos de operadoras que alquilan el derecho de paso (la conexión) a particulares, organismos y otras empresas, que también construyen servicios sobre ellas. Estas operadoras, muchas de ellas procedentes de la telefonía fija, quieren rentabilizar sus redes haciéndolas más eficientes. Para ello, quieren reglas que les permitan beneficiar a algunos clientes sobre otros y cobrar según tipos de acceso.

La discusión sobre si es admisible que las operadoras de telecomunicaciones pueden controlar cómo se usan las redes, con qué criterios y en qué circunstancias constituye el llamado debate sobre la neutralidad de la red, un término que acuñó el profesor Tim Wu en el 2003.

El tema no es nuevo y se ha planteado cada vez que una tecnología disruptiva ha requerido más caudal (ancho de banda) que la precedente. Y amenaza con volver a plantearse con el vídeo en el móvil, que exige mayores consumos de datos móviles gratuitos de los que ofrecen las operadoras. Entre los litigantes hay dos bandos extremos: los que quieren imponer sus normas y los que no quieren ninguna. Los primeros apelan al negocio y al coste de ampliar las redes indefinidamente. Los segundos recuerdan que internet es algo más que un cable, y que el ciberespacio es un territorio soberano, que no admite interferencias ni políticas ni ideológicas ni económicas).

En EEUU, donde todavía hay amplias zonas con un solo proveedor de internet y las presiones de las operadoras son constantes, la Administración Obama consagró en el 2015 los principios de neutralidad de la red en su Open Internet Order, tras varios casos que acabaron en los tribunales de justicia. Ajit Pai, el nuevo responsable con Donald Trump del regulador de telecomunicaciones de EEUU, la FCC, ha desmontado esa normativa de Obama, con el argumento de «desregularizar el mercado», dando pie a que sean las operadoras quienes dicten las reglas. Unos 200 notables, entre ellos padres de internet como Vinton Cerf, David P. Reed o Tim Berners-Lee, le pidieron que lo retirara porque «no había entendido cómo funcionaba internet».

REABRIR EL DEBATE // En qué medida lo aprobado en EEUU afectará a Europa está por ver. Las organizaciones de ciberderechos se temen que las operadoras se envalentonen y quieran reabrir el debate que se dio por zanjado en verano del 2016. «Lo que han aprobado en Estados Unidos lo sufriremos en Europa porque todo está interconectado», afirma Pedro Linares, ingeniero de Telecomunicaciones. Las operadoras europeas ya presionan para que se mantenga el marco actual, aunque creen que será difícil.