España está a la cola de los países desarrollados en igualdad económica infantil. Ocupa el sexto puesto empezando por atrás sobre un total de 41 países. Y lo que es aún más desolador, las políticas públicas para hacer frente a esta situación son casi inexistentes. Es el país de la Unión Europea (UE) que menos porcentaje de PIB dedica a prestaciones monetarias para familias e infancia (un 0,5%), menos de un tercio de la media europea. Millones de menores españoles no pueden comer regularmente carne, pescado o protegerse del frío en sus casas, mientras la Administración parece mirar para otro lado.

Esta cruel radiografía pertenece al informe de Unicef Equidad para los niños, presentado ayer en el Congreso de los Diputados. El documento analiza en 41 países desarrollados indicadores para medir las desigualdades generadas en los ámbitos de la educación, la salud, los ingresos y la satisfacción vital de los niños.

En la mayoría de los datos comparativos España sale malparada. Si en la relación de países más desiguales en materia económica ocupa el sexto puesto por la cola, en la lista de la UE baja al cuarto, tan solo por delante de Rumanía, Bulgaria y Grecia. El 36% de los menores españoles vive en riesgo de pobreza o exclusión social. Pese a ello dedica el mencionado el peor porcentaje del PIB a prestaciones monetarias, pero no solo esto. Se encuentra además entre los países que menos gasto en protección social dedica a los niños y sus familias, con el 1,4% del PIB, frente al 2,3% de media de la UE o el 3,7% de Dinamarca, el 3% de Irlanda o el 2,5% de Francia.

PROTECCIÓN SOCIAL // La desigualdad infantil en España en las áreas de salud (puesto 10 de 35) y educación (puesto 12 de 37) arroja datos algo más optimistas, ya que nos sitúa en la media del resto de países y se mantiene estable respecto a años anteriores. Sin embargo, en términos de satisfacción vital de los niños, la desigualdad ha crecido, y ha afectado especialmente a dos colectivos: a las niñas y al colectivo infantil de migrantes.

El documento sostiene que los 48 millones de euros con los que está dotado el Fondo contra la Pobreza Infantil resultan muy escasos. Unicef estima que la inversión en políticas de infancia disminuyó en más de 6.300 millones entre el 2010 y el 2013. H