Sus estudios sobre el cáncer de mama, función que el doctor Joan Albanell (Barcelona, 1964) desarrolla en el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, buscan dar con la medida justa que permita, dentro de lo posible, eliminar el tumor maligno sin que eso implique arrastrar el resto de la vida dolorosas secuelas. Por esa razón, las pacientes atendidas en su servicio reciben dosis constantes de vitamina D, que frena la tendencia a desarrollar osteoporosis que implican los tratamientos contra el cáncer de mama de origen hormonal. Duda de que, como mínimo antes de 15 años, sea posible prescindir de la quimioterapia.

-La incidencia del cáncer de mama sigue creciendo. ¿A qué lo atribuye?

-A la edad. A que las mujeres viven más años y tienen más tiempo para desarrollar un cáncer de mama. La media de edad del diagnóstico está en los 65 años.

- ¿Influyen otros factores?

-Sí. Por ejemplo, tener la menstruación a edad muy temprana y la menopausia muy tarde. Tener hijos cuando se es mayor. Tomar anticonceptivos orales durante muchos años. Y cada vez hay más evidencia de la relación entre el ejercicio físico y la dieta saludable y la disminución del riesgo de sufrir este cáncer.

-¿Qué porcentaje de tumores de mama están relacionados con las hormonas femeninas?

-Casi un 70%. Esa vinculación no está relacionada con la genética sino con los factores mencionados [menstruación temprana, menopausia tardía] ya que eso significa que los ovarios producen estrógenos durante más años. Los estrógenos, las hormonas femeninas, implican riesgo de cáncer de mama.

-La máxima detección se produce pasados los 60 años, cuando ya no hay menstruación.

-Sí. Pero existe un efecto acumulativo de exposición a los estrógenos, y también se debe a que los mecanismos de reparación de las células que sufren alteraciones genéticas se van haciendo más ineficaces con el tiempo.

-¿Las mujeres que sufren cáncer de mama reúnen algunas características que les son comunes?

-No. Más del 90% de los tumores son esporádicos, es decir, no tienen una base genética que los determine o predisponga. La mayoría son aleatorios.

-¿Cómo se forma este cáncer?

-Van apareciendo mutaciones en el tejido epitelial mamario y, en algunos casos, esas mutaciones provocan que el tejido mamario se cancerice. No siempre existe un factor de riesgo claro. Otra cosa son los cánceres vinculados a la genética, que suponen entre un 5% y un 10%. En esos casos, existe una mutación asociada que se hereda a través de la familia. No siempre se encuentra cuál es el gen que está causando el tumor.

-¿Cuál es el índice de mortalidad por este cáncer?

-Las tasas globales de supervivencia a los 5 años del diagnóstico oscilan entre el 85% y el 90%. Son extrapolables a toda Catalunya, ya que en todo el territorio existen programas de cribado de diagnóstico precoz. Y equipos interdisciplanares especializados, en todos los hospitales. Esto optimiza los buenos resultados.

-¿Ese otro 15% de mujeres que no soberviven cinco años después del diagnóstico sufría metástasis?

-Un cáncer de mama causa la muerte de la paciente cuando ha creado metástasis en algún órgano vital y ese tumor no es compatible con la función del órgano invadido. Pero hay excepciones. Yo mismo atiendo en mi consulta a mujeres que sufren metástasis por cáncer de mama desde hace más de diez años. Son poco frecuentes, pero existen.

-¿Qué tratamientos aplican?

-Hay tres tipos: casi un 70% de las pacientes, las que tienen un tumor con receptor hormonal positivo, reciben terapia hormonal o quimioterapia convencional, o las dos cosas a la vez. También algún nuevo tratamiento biológico. Otro 20%, sufren un cáncer de mama denominado HER-2 positivo: tumores que tienen una proteína expresada en cantidades anormalmente altas. Estos reciben fármacos específicos contra esa proteína, que son anticuerpos monoclonales.

-¿Y el resto?

-Hay otro 10% de casos, denominados triple negativo, que no tienen receptores hormonales alterados, ni tampoco el HER2 positivo. Todos se pueden tratar con quimioterapia o fármacos biológicos.

-¿Es cierto que muchas veces se podría evitar la quimioterapia?

-Mi primer trabajo de investigación ya trató este tema, y sigue siendo actual. Es un dilema. En las mujeres a las que se ha operado y eliminado un cáncer de mama, lo que queremos es evitar una recaída y la formación de metástasis, pero nunca tenemos forma de saber, de forma individual, cuales están predestinadas a recaer de su cáncer, o quienes no lo están. Nos basamos en las estadísticas.

-Para decidir qué hacer.

-Sí. Sabemos que una mujer a la que le hemos extirpado un tumor pequeño, de un centímetro, y sus ganglios están limpios, tiene un riesgo del 10% de recaer pasados unos años. Si en ese momento las tratamos con quimioterapia, el riesgo se reduce al 6% o 7%. Pero desconocemos cuáles se podrían beneficiar de esa quimioterapia o a quien no le evitará la recaída. Para superar ese dilema, si queríamos ofrecer la máxima protección a estas mujeres, habíamos de dar quimioterapia al 100%. Esto fue así hasta el 2008.

-¿Qué ocurrió en el 2008?

-Aparecieron formas de predecir el pronóstico de las mujeres operadas que, en principio, no tienen cáncer.

-Ya las aplican.

-Sí. Los hospitales de Catalunya disponen de cuatro plataformas de este tipo. Cada una analiza entre 20 y 70 genes distintos. Se utilizan obteniendo un trozo del tumor de la mujer en cuestión, al que se le aplica una tecnología que mide la expresión de todos esos genes. El resultado permite definir mejor el riesgo de recaída y determinar en qué casos la paciente podría ahorrarse la quimioterapia con una fiabilidad más que razonable. O en qué casos puede serle de un beneficio importante.

-Son plataformas caras.

-Muy caras. En cualquier caso, siempre requerimos la opinión de las pacientes. Las hay que, sea cual sea el resultado tras aplicarles esas plataformas, quieren recibir quimioterapia para reducir su riesgo de recaía. Quieren la máxima prevención. Y las hay que salga el resultado que salga, no quieren quimioterapia. A estas, ya no les haríamos el test.

-¿Cree que se dejará de utilizar la quimioterapia convencional?

-Creo que se utilizará durante como mínimo 15 o 20 años, aún. Tal vez, entonces, los tratamientos biológicos o la inmunoterapia puedan sustituirla, porque estos son mejor tolerados. De momento, es un tratamiento efectivo, curativo para muchas mujeres, aunque se le teme.