La propagación descontrolada del coronavirus, especialmente en Madrid y los municipios alaveses de Vitoria y Labastida, ha llevado a aplicar en España las primeras decisiones de gran impacto social, con el cierre de escuelas como medida.

Todos los centros escolares de esas zonas cerrarán como mínimo dos semanas a partir de mañana, dejando en la autonomía de la capital de España a 1,5 millones de alumnos sin clase. Solo algunos centros de educación especial se libran de la medida en Madrid. Universidades, institutos, colegios, guarderías, ninguno escapa a la medida creando problemas a muchas familias.

«Son medidas incómodas, pero los datos indican un cambio a peor en la evolución de la enfermedad en España. El domingo por la tarde hubo un aumento significativo de casos, sobre todo en la Comunidad de Madrid», explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras presidir una reunión por teleconferencia con las comunidades autónomas.

UNA CIFRA INASUMIBLE / «Según los modelos dinámicos para predecir la onda epidémica, si no se toman medidas de distanciamiento, el número de casos podría ascender a una cifra inasumible», advirtió el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz.

En poco más de 24 horas, el número de casos se había prácticamente triplicado en Madrid, pasando de 202 a 578, con 29 ingresados en la UCI y 17 fallecidos.

Solo en la comunidad madrileña se concentra casi la mitad de los casos de toda España, que rondaban anoche los 1.230, con 25 muertes. Consciente de las dificultades que afrontarán muchas familias para cuidar a los niños sin clase, el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene previsto aprobar hoy medidas para ayudarlas.

La decisión de dejar en suspenso la vida escolar no era la opción preferida por el Gobierno. El portavoz del comité de seguimiento del coronavirus, Fernando Simón, apuntó la pasada semana que también entrañaba riesgos, al tener que ser cuidados los niños por otras personas, especialmente por los abuelos.