La paciencia de Extremadura con su obsoleta red ferroviaria ha llegado al límite después de que 290 personas se hayan visto afectadas este inicio de año por cuatro averías, una de las cuales dejó tirados a los pasajeros de madrugada en medio de un campo, sin luz ni calefacción. La Junta se ha plantado y ha llegado a exigir a Renfe que suspenda temporalmente el servicio ferroviario y ofrezca «otras alternativas de movilidad viables sino es capaz de garantizar la seguridad y la tranquilidad de todos los viajeros».

La exigencia puede parecer extrema, pero llega después de años de protestas por una red ante la que han pasado de largo todos los proyectos de modernización. Sus 725 kilómetros de longitud son todos de vía única y sin electrificar, con algunos tramos con traviesas del siglo XIX en los que la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora e incluso a 30. Los 11 convoyes que circulaban hasta hace poco eran todos de la serie 598 y con más de 15 años de antigüedad.

retrasos de CUATRO horas // La mala gestión de Renfe cuando se produce una emergencia no hace más que agravar la situación. El ferrocarril partió a las 17.30 horas del martes de la estación de Badajoz y debía llegar a Madrid a las 23.12 horas, pero no lo logró hasta pasadas las 3.30 horas de la madrugada debido a decisiones erróneas de la compañía, según el Ejecutivo regional.

Al poco de partir, el convoy, con 163 pasajeros a bordo, se estropeó en Mérida. En esa estación todos los pasajeros tuvieron de cambiar de tren, pero en vez de reubicarse en uno más moderno, que también estaba disponible, según la Junta, se les colocó en otro de la serie 598. El resultado fue que al llegar a Navalmoral de la Mata, a las 21.30, el vehículo se detuvo por otra avería.

Pasadas las 22.15 horas, arrancó de nuevo, pero se volvió a parar a los pocos minutos. Desde aproximadamente las 22.20 hasta la 1.15 de ayer, se quedó en medio de un páramo extremeño con los pasajeros desasistidos hasta que reinició la marcha gracias a otro tren que lo remolcó. Una parte de los pasajeros llegó a la capital en tres autocares.