Asunción Balaguer, fallecida ayer a los 94 años, es historia del teatro, en el que ella estuvo medio siglo a la incontestable sombra de su marido, Paco Rabal, pero que se destapó cuando ya era octogenaria para hipnotizar con su competencia y ternura al público de todas las generaciones.

Balaguer (Manresa, Barcelona) se convirtió a sus 86 años, en 2012, en una vedette como las que veía cuando acompañaba a Rabal (1926-2001) a los cabarés, para su papel en el musical que dirigió Mario Gas en el Teatro Español Follies, de Stephen Sondheim, en el que a pesar de compartir escenario con otros 38 intérpretes se convirtió en «el amor» del público y obtuvo el Max a mejor actriz de reparto.

La actriz, que debutó en el cine en el 1952 junto a Rabal en Perseguidos, participó en series de televisión como Gran Hotel, La que se avecina o El Chiringuito de Pepe y en las películas La niña de tus ojos, Solo mía o Barcelona, noche de invierno. En escena, su último papel fue en la obra teatral Sueños y visiones del rey Ricardo III junto a Juan Diego en el año 2014.