Vecinos, familiares y amigos despidieron ayer al considerado como el hombre más viejo del mundo, Francisco Núñez Olivera, Marchena, de 113 años, cuya «fuerza» vital, como él aseguraba tener, se apagó el lunes en Bienvenida (Badajoz), su pueblo, el de toda su vida, decía. La muerte le llegó «sin enterarse, sin dolor alguno», afirmó su hija Milagros en un tanatorio que se quedó pequeño por las numerosas personas que quisieron dar su último adiós «al bueno de Marchena». EFE