Grupos de hackers han puesto en su punto de mira un nuevo objetivo: los datos de policías. El pasado mes de mayo, unos piratas informáticos lanzaron un ciberataque contra el Sindicato de Mossos d’Esquadra (SME) y accedieron a información personal de 5.540 agentes afiliados. Pero este no fue un caso aislado. A finales del mismo mes de mayo, se registró una intrusión contra una mutua de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), y a finales del 2013 ya hubo otra contra el Sindicat de Policía de Catalunya (SPC).

En los tres casos, los piratas informáticos han atacado el eslabón más débil de los cuerpos de seguridad: sindicatos o mutuas que tienen sus webs en manos de empresas externas sin las barreras de seguridad de la Administración pública. Todo para conseguir y difundir datos personales de agentes que necesitan cierto anonimato para llevar a cabo su trabajo. Algo que es delito, pero que aún es más grave en un contexto de alerta terrorista.

En el caso del ciberataque contra la Policía Nacional, una lista con nombres y DNI de más de 5.000 funcionarios y agentes del CNP se filtró en foros. La acción fue reivindicada por un grupo cercano al colectivo Anonymous. La cuenta de Twitter @FKPoliceAnonOps, asociada a los autores, publicó diversos enlaces para acceder a los datos. La filtración se produjo tras el ataque a la web de la mutua Mupol. La investigación para averiguar quiénes son los responsables del ataque continúa abierta. “Es muy difícil averiguar quién está detrás de los ataques, porque los intrusos intentan borrar todos los rastros posibles”, admite un especialista en la persecución de este tipo de delitos.

Los piratas informáticos se colaron en el servidor del sindicato SME y copiaron los datos personales de 5.400 agentes de los Mossos y los publicaron en internet.

La identidad de los agentes antidisturbios, que suelen actuar con pasamontañas y con solo el número de placa como identificativo, es la más perseguida por los piratas informáticos. H