"No voy a dejarte ser feliz”. Primera amenaza. “Como verás, en el espacio de uno o dos años tendrás un accidente que quedarás totalmente desfigurada”. Segunda amenaza. Y como estas, otras tantas. Entre el 2001 y el 2003, mientras vivían separados, Manuel V. P. remitió a la que había sido su pareja durante 14 años “cartas anónimas en las que anunciaba males terribles que le sucederían”, sostiene la fiscalía. Pero de las palabras, el acusado pasó a los hechos y contrató a dos sicarios para que desfigurara la cara a la que había sido su mujer. En la Audiencia de Barcelona está previsto que se inicie este miércoles el juicio contra los tres procesados, que se enfrentan a una pena de 12 años de prisión por un delito de lesiones agravadas.

Manuel V. P cesó su relación con la víctima el 25 de mayo del 2007. Sin embargo, “el enorme rencor” producido por la ruptura sentimental le condujo a remitir varias cartas en las que vería “frías y calculadas” amenazas, según la acusación pública, de este tenor:. “Creía que me había olvidado de ti, pues no cerda, creo que jamás vas a poderte desprender de mi”, “Te preguntarás hasta cuándo voy a estar incordiándote, ¿verdad?. Pues bien, no voy a dejarte ser feliz”.

Y más: “Sabes que quiero hacerte todo el daño que me has hecho, verdad, pues te voy a decir lo que te he empezado a hacer…estamos haciendo cosas para que te caigan todos los males, no para que mueras, porque eso no pasará, pero para que sufras, en lo que más te duele, en lo moral… y también en lo físico…que te quemes la cara en la cocina…siempre quedarás con la duda de hasta dónde voy a llegar”.

EL PLAN

Las amenazas vertidas a su expareja ya le han valido dos condenas. E, incluso, en una de ellas, el procesado aludía al empleo de sicarios para agredir a la mujer. No paró hasta conseguirlo. La fiscalía relata en su escrito de acusación que Mauel V. P., para “dar cumplimiento a los graves males que le anunciaba” a la que fue su compañera sentimental, convenció en el 2007 a los otros dos procesados, José R. V. y Rubén S. M, para que “acometieran su plan de desfigurar la cara” de su exmujer.

De esta forma, según la fiscalía, el 8 de noviembre del 2007, los dos sicarios robaron una moto y fueron hacia donde vivía la víctima enl’Hospitalet de Llobregat. Allí se toparon con la mujer, que se disponía a acceder a su domicilio para ir a comer. Al reconocerla, Rubén S.M, índice la acusación, bajó de la moto, se acercó a ella y “sin mediar palabra le asestó un corte en la mejilla izquierda desde los labios a la oreja”.

Este procesado llevaba puesto un caso para evitar que se le reconociera. Al poco rato, los agresores volvieron para cerciorarse de su acción. Como consecuencia de la agresión, la mujer fue operada y le ha quedado una cicatriz de 10 centímetros en la cara.