Si se trata de récords bursátiles, el Ibex 35 ha acumulado algunos esta semana de expansión internacional del coronavirus. La bolsa española ha sido una de las mayores damnificadas por la incertidumbre económica que genera el brote y ha cedido en cinco días un 11,4% de su valor, un retroceso como el del 2010, en plena crisis. Es decir unos 50.000 millones de euros de su valor.

Ayer cerró en 8.723 puntos, exactamente 1.129 por debajo del pasado 21 de febrero. En la última jornada elevó sus pérdidas al 2,92%, arrastrada, como el resto de parquets europeos, por el pánico que sigue despertando entre los inversores la rápida expansión del coronavirus y las consecuencias económicas que pueda tener a nivel mundial. El mercado español se acerca a los mínimos de agosto (8.423 puntos) y registra la cuarta peor semana de toda su historia.

No ayudó a calmar los ánimos en la bolsa española que IAG, el consorcio que agrupa a aerolíneas como Iberia, Vueling y British Airways, advirtiera al presentar sus resultados que la expansión del coronavirus puede afectar a sus beneficios. Se suma así a las pesimistas noticias procedentes del sector aéreo. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) destaca una disminución de ingresos de 27.150 millones en todo el sector en el 2020 por el brote. Como las compañías aéreas, los valores relacionados con el sector turístico (compañías hoteleras principalmente), como Meliá, se han resentido particularmente: en esta fatídica semana, la firma de los Escarrer ha perdido un 14% de valor.