La Conferencia Episcopal española propone un curso de dos a tres años para formar a los novios para el matrimonio, ya que considera que las 20 horas actuales de los cursillos prematrimoniales no son suficientes. «Para ser sacerdote hacen falta siete años de seminario y para ser esposo, esposa, padre, madre, ¿20 horas?», es la reflexión que lanzó ayer Mario Iceta, obispo de Bilbao y presidente de la subcomisión para la familia de la conferencia, durante la presentación de la propuesta. La Iglesia estima que así se podrían «evitar» muchas rupturas.

El itinerario Juntos en camino, +Q2 se compone de 12 temas en los que se abordan asuntos como la sexualidad, las relaciones prematrimoniales, la infidelidad y la resolución de conflictos. No será obligatorio, aunque cada diócesis española podrá asumirlo y decidir cuál es la formación que exige a los novios para casarse.

Quienes realicen el curso asistirían a sesiones cada 15 días, tal y como explicó en el acto de ayer el matrimonio formado por Fran y Toñi, que llevan 21 años casados y que han participado en la elaboración del material. «Fuimos a unos cursillos de dos días y nos sorprendió que a veces cuando compras un robot de cocina tienes más formación que para después casarte», planteó Fran.

Según indicó, un itinerario de dos años puede parecer «largo» pero lo considera necesario, como Ignacio y Pilar, otro de los matrimonios que han colaborado. Según precisó Ignacio, para preparar los materiales, se han apoyado en el cine y la literatura. Asimismo, se pondrán una especie de deberes a los novios como, por ejemplo, ir a misa una vez al mes juntos o participar en eventos familiares. También tendrá cabida en el temario el problema de la violencia machista.

Entre los apartados más controvertidos figuraba uno en que se aseguraba que el área encargada de pensar en el sexo es 2,5 veces mayor en el hombre que en la mujer. Pocas horas después de presentarlo, el párrafo fue retirado de la web de la conferencia. «Frente al cansancio, corporalmente el cerebro del varón se despierta ante la posibilidad de tener relaciones. Sin embargo, la mujer necesita estar descansada para tener una relación sexual», decía. De manera que proponía que «el varón, los días que quisiera tener relaciones sexuales debía hacer un esfuerzo mayor y asumir ciertas tareas (por ejemplo, llevar a los hijos por la tarde al parque o pasear un par de horas para que la mujer pueda dormir entonces la siesta) y la mujer debía liberarse de ciertas cargas de trabajo y descansar para encontrarse ambos preparados para el encuentro sexual».

PORNOGRAFÍA / También recomendaba que la pareja pusiera de su parte evitar «la pereza en la mujer o el poco cuidado en el varón». El documento, además, aborda la pornografía que «facilita la práctica de la masturbación y la infidelidad», y advierte sobre los peligros del onanismo. «Es un acto intrínseca y gravemente desordenado», resaltan los obispos.