La Guardia Civil de Valencia detectó 13 casos de alumnos que intentaban aprobar el examen teórico del carnet de conducir usando un complejo sistema compuesto de una microcámara colocada en el interior de la camisa simulando un botón de la misma o camuflada en el dibujo de una sudadera, conectada por el móvil. Se trata de alumnos extranjeros con graves dificultades de comprensión del español, que además de contar con la ayuda del dispositivo, tenían como compinche a otra persona que desde fuera de la clase les facilitaba las respuestas correctas, las cuales recibía a través de un diminuto pinganillo inalámbrico que lleva alojado en el oído.

Mismo modus operandi al caso de Vinaròs, publicado hace unos días en Mediterráneo, donde pillaron en pleno examen a un alumno con un micrófono en el oído junto a una cámara.