El fortalecimiento del binomio entre ciencia y empresa, el apoyo social y político a la investigación y la necesidad de contar con los jóvenes investigadores fueron algunos de los retos destacados durante la entrega de los Premios Rey Jaime I, que en esta edición cumplen 30 años.

En un acto celebrado ayer en la Lonja de València, presidido por Felipe VI y con numerosas autoridades políticas y representantes del mundo empresarial y la sociedad civil, tanto los premiados como el Rey y las instituciones subrayaron que invertir en investigación favorece el bienestar social. Los premios están dotados con 100.000 euros.

El jefe del Estado señaló que el impulso a la actividad investigador y al mayor grado de bienestar de los países «es algo evidente que demanda y exige el máximo apoyo social y político».

«No cabe duda de que nuestro progreso general está íntimamente vinculado a nuestro desarrollo científico y al apoyo prestado por el sector privado productivo», señaló el Rey para añadir que es «un binomio fundamental para el avance de la sociedad».

REFERENTES // Felipe VI indicó que los premiados deben ser «referentes para la juventud sobre la forma de conseguir realizar un proyecto personal con éxito. Hoy más que nunca, son precisas en España más vocaciones científicas y empresariales», añadió.

«Todos son ejemplo de cómo desarrollar una trayectoria profesional con origen en España y destino todo el mundo», dijo el monarca, quien valoró que los premiados hayan sido seleccionados «bajo los parámetros más rigurosos y exigentes» y sean reconocidos por «los valores del talento, el esfuerzo y la ética en su desarrollo profesional».

En nombre de los premiados, María Vallet (Investigación Básica) advirtió de que la ciencia, la tecnología y la innovación son «continuidad y riesgo sostenido» y ven sus frutos «en el largo plazo», y destacó que los jóvenes investigadores y emprendedores «son el futuro». Vallet defendió que «empresa e investigadores son necesarios y complementan sus objetivos» en la sociedad.

XIMO PUIG // El president de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que la ciencia es la «más explícita expresión de la voluntad inequívoca de la humanidad para avanzar» y sentenció que su avance en el siglo XXI «dependerá del avance de las mujeres científicas.

Puig advirtió que en las últimas décadas la inversión en I+D+i en España «se ha estancado», por lo que ha considerado «urgente e imprescindible alejarse del cortoplacismo y unir en un gran acuerdo a todos los agentes involucrados para que la I+D+i tenga suficiencia y estabilidad financiera». No obstante, añadió que esos recursos «hay que gestionarlos bien, de forma eficiente y eso pasa por mejorar la corresponsabilidad entre el sector público y la iniciativa privada».