Fernando Simón pidió ayuda a los influencers para «controlar la epidemia» tras admitir que no se ha sabido concienciar a la juventud. La idea es que las personas que ya se han labrado una credibilidad en redes sociales, y que cuentan con un altavoz que les conecta directamente con miles de personas, aprovechen su popularidad para difundir mensajes de prevención frente al virus. Porque, tal y como reprochan sociólogos y pedagogos, hasta ahora las restricciones se han implantado a base de multas. Ahora toca «ir más allá de la comunicación desde los expertos hacia el público y buscar un diálogo más horizontal». VALENTINA RAFFIO