La carne contaminada que originó el brote de listeria, con varias muertes, el pasado verano en Andalucía presentaba concentraciones que superaban entre «3.700 y 149.900 veces la contaminación máxima tolerable» de esta bacteria que la normativa vigente permite en los alimentos.

Es la principal conclusión del informe pericial elaborado para el juzgado que investiga las cuatro muertes, los siete abortos y el contagio de más de 200 personas tras ingerir productos cárnicos de la empresa Magrudis. Sus responsables continúan en prisión preventiva y recientemente se les impuso una fianza por responsabilidad civil de cinco millones de euros para hacer frente a las posibles indemnizaciones.

EN PODER DEL JUEZ / El informe que obra ya en poder el juez instructor concluye que los resultados analizados no solo incumplen la normativa vigente, sino que además «sobrepasan de forma exagerada los límites previstos como seguros» para la bacteria listeria monocytogenes en los alimentos. Estas altas dosis de contaminación son además «suficientes para provocar daños en las personas», desde «gastroenteritis aguda autolimitada, septicemia, meningitis y encefalitis u otros cuadros que afecten al Sistema Nervioso Central, así como efectos adversos fetales y neonatales», desgrana el documento.