Miles de personas se manifestaron ayer en Amposta (Tarragona) en contra del nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro aprobado por el Gobierno en funciones, una protesta convocada por la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) y en la que participaron el Govern y los partidos catalanes excepto PPC y C’s.

Según la PDE y la Policía Local de Amposta, unas 50.000 personas llenaron las calles para mostrar su oposición al nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, aprobado por el Gobierno en funciones el pasado 8 de enero, en lo que es una de las movilizaciones más importantes que se han registrado en el Ebro.

La protesta empezó capitaneada por dos grandes tractores conducidos por miembros del sindicato Unió de Pagesos. Tras ellos, la cabecera de la marcha fue liderada por un simbólico gran nudo de una tubería, símbolo de la lucha antitrasvase. La pancarta que ha encabezado la marcha azul ha llevado por lema “El Ebro sin caudales es la muerte del Delta”, a la que ha seguido una segunda pancarta en inglés: “Salvemos el río Ebro y el Delta”.

El nuevo plan hidrológico estima una previsión de agua para abastecer 465.000 hectáreas más de regadío en el periodo 2016-2021, que se añadirán a las 950.000 existentes y la construcción de 56 nuevos embalses, además de un caudal ecológico “del todo insuficiente” para el tramo final del río, según la PDE. H