El disparo de la primera mascletà de las 19 previstas en la plaza del Ayuntamiento inauguró ayer el carrusel de actos de las Fallas de València, que llegan con mayores medidas de seguridad ante el nivel de alerta terrorista y unas altas expectativas de repercusión turística y económica. Marcada por la amenaza de lluvia y con los termómetros aún invernales tras la última borrasca, la mascletà que disparó, como cada 1 de marzo desde hace más de 20 años, la pirotecnia Peñarroja de la Vall d’Uixò ensordeció la zona durante cinco minutos. EFE