«Es una niña bastante ingenua, pienso que se subió a ese coche (el de los supuestos secuestradores), pero no creo que conociera a quien se la llevó». En estos términos se expresa en una entrevista con Interviú Diana López-Pinel, la madre de Diana Quer, cuando se cumple un año de la desaparición de su hija en A Pobra de Caramiñal (A Coruña).

López-Pinel ha enviado un mensaje a quienes podrían tener retenida a su hija: «Tarde o temprano os van a encontrar, no tengáis la menor duda». Y ha añadido: «Si fuera posible y Diana estuviera retenida en algún lugar, cambiaría mi vida por la suya en un segundo».

Diana Quer López-Pinel, de 18 años, regresaba andando a su casa de verano en A Pobra do Caramiñal el 22 de agosto de 2016. Ahí se perdió su rastro.

Un año después de la desaparición de la joven madrileña, la Guardia Civil ha hecho miles de gestiones y tiene una hipótesis que es la que sigue considerando más probable. Un coche ocupado por «al menos» dos hombres abordó a Diana cuando iba hacia su casa. A las 2.53 horas, el teléfono móvil de Diana estaba ya en Boiro; a las tres menos dos minutos, en Taragoña, donde sus secuestradores lo lanzaron a la ría.

La madre explica que se encuentra «desolada» y que desde entonces, «la vida se le ha »roto». «Creo en la justicia, pero fundamentalmente creo en la justicia divina», añade la madre.