La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, advirtió ayer de que ni las «prisas» ni las «presiones» ni los discursos que «alimentan agravios» son «buenos consejeros» para justificar cómo está encarando el Gobierno la fase de desescalada. Una afirmación que se produce después de las quejas de la Comunidad de Madrid, tras la decisión del Gobierno de impedir a la región avanzar a fase 1.

Así lo puso de manifiesto durante la rueda de prensa posterior a la décima reunión que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantuvo con los presidentes autonómicos.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, también fue preguntado por la reacción de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que acusó al Gobierno de llevar a Madrid «a la ruina», si bien éste rechazó entrar en reproches con los responsables autonómicos sobre las fases de desescalada en los diferentes territorios porque considera que todos juegan en el mismo equipo «desde el minuto uno».

«Todo el mundo conoce las razones técnicas, las explica el director del centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad», señaló Illa en referencia a las comparecencias diarias del doctor Fernando Simón.

Y añadió que los informes que se han realizado hasta ahora se trasladan a las comunidades autónomas que lo solicitan, como ha ocurrido con Madrid, y que de hecho todos ellos se harán públicos cuando todas las comunidades entren en fase 1 «con un criterio de máxima transparencia».

El Colegio Oficial de Médicos de Madrid afirmó que la comunidad presenta aún cifras superiores de ingresos hospitalarios y en UCI anteriores a la crisis del coronavirus y que la situación del sistema sanitario, con falta de profesionales, aún no está en situación «óptima» cara a afrontar un posible rebrote si se accede a la primera fase de desescalada tal y como reclama Ayuso.

Así lo indicó su presidente, Miguel Ángel Sánchez Chillón, para incidir en que Madrid, aunque presenta una disminución «muy importante» de nuevos contagios, su «gran densidad» y su «gran infraestructura de transportes» favorecen el contagio.