El niño británico Alfie Evans, de 23 meses de edad, que sufría una enfermedad degenerativa, cuyos padres plantearon una batalla judicial en su país para trasladarlo a Italia y que fuera tratado allí, ha muerto, según ha explicado su padre, Tom Evans.

En un mensaje colocado en la red social Facebook, Evans anunció la muerte del niño con un mensaje: "Mi gladiador ganó su escudo y sus alas a las 02.30 [las 0.30 horas en España] ... absolutamente desconsolados".

Los padres de Alfie desafiaron durante los últimos meses a la justicia británica y al hospital donde estaba internado en Liverpool para conseguir que su hijo fuera trasladado a Italia, donde un hospital mostró su disposición a tratarle.