La mujer asesinada en Moraira por su pareja sentimental, cuyo cadáver fue encontrado el lunes dentro de un contenedor soterrado, en la urbanización El Tesoro de ese municipio de la Marina Alta, había denunciado a su verdugo en julio pasado por malos tratos, pero la denuncia no prosperó, por lo que no había ninguna medida de protección en vigor.

Al parecer, la mujer, que tiene un hijo menor de edad, rompió la relación tras ese episodio, pero recientemente había accedido a retomarla, por lo que habían vuelto a vivir juntos.

Según el asesino, que se entregó ayer, sobre las 12.30 horas en el cuartel de Moraira y confesó los hechos, cometió el crimen en el domicilio que compartían, según reveló a los agentes.

El arrestado, de 60 años, es un empresario de nacionalidad holandesa, mientras que la víctima, de 34, es originaria de Rumanía.

La mujer tenía un hijo menor de edad y existía un denuncia previa --la de julio-- contra el presunto agresor por violencia de género, según confirmó la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.

La víctima murió degollada y tenía varias cuchilladas en su cuerpo, algunas de ellas defensivas --en los antebrazos y la manos, que denotan que luchó cuanto pudo con su asesino--, pero la letal, que ayer confirmaron los forenses en la autopsia que se le practicó, fue la que le seccionó parcialmente el cuello.