Lo que iba a ser una acción solidaria tras la iniciativa de un vecino de Xirivella que había fabricado mascarillas con viseras para niños, y que se puso a repartirlas en una plaza el domingo, aprovechando la salida de los menores tras 43 días confinados, acabó en sanción grave de entre 3.000 y 60.000 euros. El motivo, la colocación de una sombrilla sin autorización en la plaza, donde se congregaron varias personas, y el consumo de bebidas alcohólicas en plena calle.