U n alijo de restos marinos en una cueva portuguesa ha acortado aún más la supuesta brecha de capacidades entre neandertales y humanos modernos (homo sapiens). Centenares de conchas y restos de crustáceos, peces y mamíferos marinos han aparecido en la cueva de Figueira Brava, cerca de Lisboa, según un artículo publicado ayer en la revista Science. Esa cueva estuvo poblada por neandertales desde hace 106.000 hasta hace 86.000 años.

Nunca antes se habían encontrado pruebas de que esos antiguos humanos explotaran el mar a ese nivel. Hasta ahora, hallazgos de este tipo se habían hecho tan sólo en África meridional, en asentamientos de sapiens de hace unos 160.000 años. Eso sustentaba la teoría de que el aporte de ácidos grasos y omega 3 de la pesca habrían impulsado la inteligencia de los humanos modernos por encima de la de los neandertales. El nuevo hallazgo lo pone en entredicho.

variedad // La dieta en Figueira Brava incluía moluscos, cabras de mar, tintoreras, doradas, aves marinas, delfines y focas. También se comía ganado, tortugas y hay rastros de olivos, viñas, higueras y, sobre todo, pino piñonero, que se usaba para quemar y obtener piñones para comer.

Hasta la mitad de la dieta dependía del mar, según estimaciones hechas en cuevas cercanas con volúmenes parecidos de restos. En ellas hay esqueletos de humanos modernos que conservan el colágeno, desde el cual se puede medir qué comían.