La gala Drag Queen de la Drag Sethlas del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria tuvo el martes un protagonista que ha acaparado todos los titulares por sus declaraciones: el obispo de Canarias, Francisco Cases. El prelado comparó la escenografía ganadora, un número transgresor con referencias religiosas a la Virgen y a la crucifixión de Cristo con el accidente del avión de Spanair, el siniestro del JK5022, en el que murieron 154 personas. La concejala del Carnaval, la socialista Inmaculada Medina, terció ayer en el caso y aseguró que la polémica la producen los que no entienden el espectáculo, que se basa precisamente en la transgresión.

Cases aseguró que la victoria en la gala fue el día más triste que ha pasado en Canarias desde que ostenta el cargo, al que llegó en el 2006, por encima del siniestro aéreo. En un comunicado en el que lamenta la «frivolidad blasfema» de la Gala Drag Queen, en el que se pregunta si todo vale y no hay límites a la libertad de expresión con manifestaciones que ofenden a muchas personas, Cases reconoce que hasta ahora cuando le preguntaban por su momento más triste al frente del obispado siempre decía el de la fecha de la tragedia del JK5022, pero que «ahora diré que estoy viviendo el día más triste de mi estancia en Canarias». El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, ha echado una mano al obispo y ha pedido respeto a las creencias católicas.