«Llegué al juzgado destrozada y suplicando ayuda y salí imputada y con una orden de alejamiento sobre mi bebé de 18 meses», asegura Isabel López, una víctima de maltrato a la que el tiempo le dio la razón con la condena de su agresor, pero le queda la angustia de «haber condenado a su hija». Él utilizó la estrategia de la doble denuncia y presentó un parte de lesiones contra ella por unos arañazos.

Isabel López presentó ayer una queja formal ante el Consejo del Poder Judicial.