El derecho a decidir sobre la propia muerte está más cerca de ser reconocido en España. La mayoría absoluta del pleno del Congreso de los Diputados apoyó ayer admitir a trámite una proposición de ley de despenalización de la eutanasia remitida por el Parlament de Cataluña que afectaría tanto a las dolencias terminales como a las enfermedades que causan dolor grave de carácter permanente, tanto físico como psíquico.

Aunque aún queda por delante una tortuosa tramitación parlamentaria no exenta de obstáculos, para las personas afectadas se ha abierto «una puerta a la esperanza» en palabras de Isabel Alonso, la presidenta de Dret a Morir Dignament (DMD) de Catalunya, la entidad que promovió la iniciativa en la cámara catalana.

Sus representantes, que asistieron al pleno, se mostraron «muy satisfechos» y no solo porque se haya admitido a trámite sino porque se haya llevado a cabo por mayoría absoluta. Un requisito necesario para que la propuesta llegue a buen puerto al comportar la reforma de una ley orgánica, el Código Penal.

Actualmente, el artículo 143.4 del Código Penal contempla penas de prisión de hasta diez años por inducir o cooperar en un suicidio pero las atenúa a un máximo de cinco años en el caso de la eutanasia. La despenalización comportaría exonerar este acto de toda responsabilidad.

RECHAZO DEL PP // Tras el debate de ayer, la votación se hará efectiva mañana pero los portavoces del PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDCat, PNV y otros grupos minoritarios que suman 180 diputados ya han anunciado durante el debate su apoyo a la propuesta, frente a la abstención de Ciudadanos y el rechazo del PP.

Es la primera vez que el Congreso acepta tramitar una iniciativa que va tan lejos a la hora de admitir la eutanasia. La clave hay que buscarla en el abandono de las reticencias que había mostrado formaciones con sectores democristianos en sus filas, como el PNV y la antigua CiU. También en que no se ha tratado de una iniciativa partidaria sino de una cámara autonómica. El PSOE, que ha mantenido también una actitud cambiante en la cuestión, votó hace 15 meses contra una propuesta de regulación de la eutanasia de Podemos porque la consideraba «muy deficiente».

La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, dejó claro su voluntad obstruccionista al afirmar que «ni el PP ni el Gobierno de España pensamos en la posibilidad de reformar nada en favor de la eutanasia». Ciudadanos dijo que ya se está tramitando en el Congreso una iniciativa suya para regular la muerte digna y los cuidadados paliativos, algo que el resto de grupos tildaron de excusa.