El novelista estadounidense Richard Ford (Jackson, Mississipi 1944), el gran cronista del mosaico de historias cruzadas que es la sociedad norteamericana, fue galardonado ayer miércoles en Oviedo con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016 al que optaban 21 candidaturas.

El acta del jurado, a la que dio lectura su presidente, el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, destaca que su obra profundamente contemporánea se inscribe en la gran tradición de la novela americana del siglo XX y recurre a una épica “irónica y minimalista” para definir personajes, tramas y argumentos. “El cuidado detallismo en las descripciones, la mirada sombría y densa sobre la vida cotidiana de seres anónimos e invisibles, conjugan la desolación y la emoción de sus relatos”, añade el jurado, que optó por Ford en la última ronda de votaciones frente a la candidatura del poeta polaco Adam Zagajewski.

Ford, habitual candidato al Nobel y propuesto por los autores John Banville, Antonio Muñoz Molina y Sigrid Rausing, es el único escritor que ha ganado el premio Pulitzer y el Faulkner por la misma obra, El día de la independencia (1995), y toma así el relevo en los Premios Princesa de Asturias para la literatura norteamericana de Philip Roth, que obtuvo el galardón en el 2012.

Aunque la crítica le ha situado en el denominado realismo sucio norteamericano, el autor de Pecados sin cuento (2002) siempre ha afirmado no comprender qué significa dicha clasificación que solo consigue “limar y obviar las diferencias entre autores diferentes y entre la producción de un mismo escritor”.

El premio está dotado con 50.000 euros y la reproducción de una escultura de Joan Miró y será entregado en octubre. H