Dos días de pérdida de funciones, con suspensión de empleo y sueldo, es el precio que tendrá que pagar un agente de la Guardia Civil de la Comandancia de Palma, por faltarle al respeto a una compañera que se encontraba desarrollando un servicio de seguridad. El Tribunal Militar le sanciona por haber recriminado a su compañera el tono del color que había utilizado para pintarse los labios durante el servicio, así como que se había puesto unos pendientes que no eran de perlas.

Este incidente ocurrió en la Comandancia de Palma de Mallorca el día 28 de noviembre del año 2018 y la sanción disciplinaria deriva de la denuncia que presentó la agente, que se sintió ofendida por el comentario de su compañero, que pese a que tenía su misma categoría laboral, creía que se trataba de un teniente.

La sentencia explica que ese día la agente femenina tenía servicio de seguridad de dos a diez de la noche. Se colocó en la parte de atrás de la Comandancia. Esa tarde aparecieron por este punto del edificio el agente, acompañado de un cabo y de dos guardias civiles, destinados en distintos grupos de la Guardia Civil. La mujer solo identificó a uno de ellos, por ir vestido con el mono de trabajo propio de su especialidad. Por ello, le realizó el saludo militar, y a continuación le comentó: «Ese tono de labios no es reglamentario», motivo de la denuncia.