Rodrigo Lanza volverá a sentarse en el banquillo de los acusados por la muerte violenta de Víctor Laínez, conocido como el crimen de los tirantes. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) anuló la sentencia que le condenó por un delito de homicidio imprudente y manda repetir el juicio. Es decir, se vuelve al inicio en el que el procesamiento es por un delito de asesinato.

De esta forma, el TSJA da la razón a las acusaciones, que consideraron durante la vista oral celebrada para dirimir el recurso que el jurado popular no motivó lo suficiente el veredicto y que ello derivó en una sentencia de 5 años de prisión por un delito de lesiones graves en concurso con un homicidio imprudente con las agravantes de alevosía y motivos ideológicos y la atenuante leve de arrebato. En junio debía abandonar la cárcel porque se cumplía la mitad de la pena impuesta por la Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza, pero ahora su prisión provisional se prorrogará hasta los cuatro años. Este fallo es firme y no se puede recurrir, aunque sí se puede solicitar una aclaración.

Los magistrados del TSJA ven la necesidad de repetir el juicio porque dicha falta de motivación «impide a las partes y al propio TSJA conocer el proceso lógico jurídico que ha conducido al fallo, contrastar la razonabilidad de la sentencia y controlar la aplicación del Derecho». En este sentido, recuerdan que «existe un verdadero deber de motivación del veredicto por los jurados» establecido en la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado.