Siete personas fallecieron ayer en una patera a escasos metros de la playa Bastián, en Lanzarote. La embarcación, una neumática de gran tamaño, transportaba al menos a 27 personas, entre ellas un nutrido grupo de menores de edad. La barcaza llevaba dos días en el mar tras salir de Tarfaya, en el extremo sur de Marruecos, a unos 130 kilómetros de la costa lanzaroteña.

La embarcación fue avistada a mediodía por los socorristas de playa Bastión, que se echaron al mar en moto de agua para socorrer a los migrantes. Cuando alcanzaron la lancha, encontraron a cinco fallecidos dentro. Otras dos personas fueron recogidas del agua, pero llegaron a la playa en parada cardiorrespiratoria y los servicios sanitarios no consiguieron salvar sus vidas.

Aunque la Guardia Civil ha calculado que en la patera viajaban 27 personas, no se descarta que fueran más, porque diversos testigos dijeron haber visto a «dos o tres» migrantes que habrían alcanzado la playa y huido a pie de la zona.

PORTEADORAS // Por otra parte, dos porteadoras murieron y otra mujer y un agente marroquí resultaron heridos tras una avalancha producida en el lado de Marruecos de la frontera del Tarajal en Ceuta, donde la actividad se reanudó antes del mediodía.