«La avalancha la generamos nosotros mismos por un tema de cómo la nieve se apelmaza». Así ha relatado el único superviviente del accidente en el Nevado Mateo del Perú, Pablo Belmonte, lo que ocurrió el pasado domingo mientras escalaban en la Cordillera Blanca de los Andes. Belmonte asegura que está muy afectado por la muerte de sus tres amigos y el guía, pero «agradecido» por la «oportunidad» que le ha dado la montaña.

Según explicó Belmonte, deberían haber dado la vuelta al comprobar que la situación era complicada en la cima. Hacía sol desde hacía una semana y se había formado una capa de hielo bajo la nieve virgen. Además, había una tormenta eléctrica e iban cargados con muchos hierros. «Ni siquiera nos sacamos la foto finish porque no teníamos cojones de sacar los móviles por los rayos», aseguró antes de añadir: «Decidimos bajar prácticamente corriendo».

Fue entonces cuando uno de los cuatro, que iban atados con una cuerda, resbaló, provocando la caída del resto: «No sé bien quién resbaló primero, a mí me embistió uno y yo a otro. Ahí generamos la avalancha que nos arrastró, yo iba segundo», continuó, al tiempo que destacó sus infructuosos intentos por lograr frenar ayudados por los piolets.