Los mensajes de Whatsapp en ocasiones los carga el diablo. Unas pocas palabras pueden complicar la vida o, como en el caso de la Manada de Manresa, servir para apuntalar una acusación. Los textos intervenidos en los teléfonos de los seis jóvenes acusados de abusar sexualmente «a turnos» de una menor de 14 años en una fábrica abandonada de la localidad barcelonesa y de la muchacha que los denunció refuerzan la versión de la víctima, que horas después del suceso, ocurrido el 29 de octubre del 2016, escribió a una amiga: «¿Tú crees que si voy bien me follo con siete u ocho? Me drogaron».

SESUNDA SESIÓN // En el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona declararon ayer testigos y los Mossos que investigaron el caso. Los agentes precisaron que abrieron diligencias por abusos sexuales, pero que después las modificaron al considerar que podría ser una agresión sexual, después de que la víctima, ahora con 17, declarara que había pedido a los acusados que pararan.

En su calificación provisional, la fiscalía atribuye a los seis procesados (un sexto está imputado por no impedir la acción y masturbarse) abuso sexual y no agresión (violación), que comporta una pena mayor. Sin embargo, no se descarta que pueda cambiar. Depende de si estima probada la intimidación ejercida hacia la muchacha. La víctima explicó al tribunal que se sintió amedrentada, no solo por los imputados, sino también por la pistola de fogueo que se fueron pasando algunos de los encausados.