Una batalla en la piscina. Una guerra en las redes. Así podría definirse la polémica en la que se ha visto involucrado un ciudadano británico. Nada sabía Marck Horton, un informático y diseñador de webs en Watford (al noroeste de Londres), del conflicto que mantenían el nadador australiano Mack Horton y el chino Sun Yang hasta que se ha visto involucrado de forma involuntaria en el mismo.

Una ola de más de 300.000 tuits negativos, la mayoría realizados por usuarios chinos, avasallaron al técnico informático inglés, mientras este observaba desconcertado lo que sucedía. Todo resultó ser un equívoco de unos fans airados debido al parecido de los nombres -apenas una 'r'-.

EL INICIO DEL CONFLICTO

El pasado sábado se disputó la final de los 400 metros libres en Río de Janeiro. En la final, el nadador australiano Mack Horton ganó el oro imponiéndose a Sun Yang, ganador de la prueba en Londres 2012. El joven australiano, de 20 años, le arrebató así el oro a Yang, que se clasificó en segunda posición. Perder el primer puesto no le resultó nada fácil al chino; su hazaña en la misma final en los JJOO de Londres 2012 le convirtió en el primer chino en ganar un oro de natación en unos Juegos, por lo que se puso a llorar antes de salir del agua.

El desconsuelo de Yang fue definitivo para que la ira de sus seguidores empezara una verdadera guerra contra el australiano a través de las redes sociales.

El enfado de los fans de Yang contra Horton empezó a caldearse los días previos a la final de natación. Después de uno de los entrenamientos, Horton aseguró en una entrevista que el nadador chino le había estado echando agua a la cara para distraerle, pero que él "no tiene tiempo ni respeto para tramposos que se dopan". Esa frase causó un terremoto en China. Incluso el 'Global Times', diario vinculado al Partido Comunista, publicó un editorial asegurando que Australia debía sentirse "avergonzada" por la victoria de Horton, considerada "escandalosa".

Al principio, los fan de Yang empezaron usando el hashtag#NolloresSunYang en la plataforma Weibo, el Twitter chino. Luego el ambiente se fue caldeando y la educación fue desapareciendo. Los ataques directos al supuesto joven australiano se fueron multiplicando, sin que nadie cayera en la cuenta de que al usuario de Twitter que estaban atacando no era el campeón olímpico, sino un informático inglés de 36 años.

DESCONCIERTO ABSOLUTO

El informático Marck Horton -que no Mack Horton- aseguró al diario local 'Watford Observer': "Cuando me desperté el domingo, me quedé absolutamente desconcertado. No entendía nada". Miles de mensajes le insultaban sin ningún motivo. Marck, que inicialmente escribió tuits pidiendo explicaciones por los insultos, descubrió gracias a "una búsqueda rápida", lo que pasaba. Fue entonces cuando lanzó un tuit aclarando que él no era el nadador australiano. Pero muchos de los usuarios no le creyeron y siguieron con los insultos.

El técnico informático pidió a Mack Horton que pidiera disculpas por lo sucedido, pero por ahora no ha obtenido respuesta del campeón olímpico. Al aclararse la situación, sí se han disculpado algunos de los usuarios que le increparon.

Marck ha dado más de trenta entrevistas y ha asegurado que ha tenido un "fin de semana diferente y estresante" pero ha querido zanjar el tema para "tener una semana laboral normal".